La historia es conocida. Empiezas una dieta, adelgazas y al tiempo lo vuelves a tu peso. Te frustras, pruebas otra dieta y te vuelve a pasar. Y así, una y otra vez.
Si bien se obtienen resultados a corto plazo, al tiempo se vuelve a subir de peso e invade el sentimiento de frustración.
¿Por qué no funcionan realmente las dietas?
- No favorecen el descenso de peso gradual, saludable y sostenible a largo plazo.
- No brindan educación alimentaria para que tengas herramientas para adaptarlas en tu vida.
- No te enseñan a manejar las porciones y prohíben alimentos.
- No ponen el foco en un patrón alimentario equilibrado y sostenible en el tiempo. Entendiendo la alimentación como un acto que reúne además de nutrientes otras cuestiones sociales.
- Te privan de disfrutar sin culpa de los alimentos que más te gustan en porciones moderadas o incluso mejoradas.
Cuando se trata de la salud, no solo física sino también psíquica, debemos abrir los ojos y activar al pensamiento crítico más que nunca.
Comenzar una dieta muy restrictiva, hace que el metabolismo reaccione y empiece a resistirse a bajar de peso que provoca sentimientos de frustración, angustia y baja autoestima.
Te dejo algunos ejemplos que son dignos de mención y que hay que empezar a destapar:
1-La dieta de Atkins
Básicamente consiste en alimentarse solo con proteínas procedentes de los huevos, carnes rojas, manteca o embutidos, entre otros, eliminando carbohidratos como las frutas, verduras y harinas. Tampoco incluye en este régimen los productos lácteos. Tiene varias fases en las que se obliga al organismo a quemar grasas de una manera no saludable al no contar con el nutriente necesario para la obtención de energía.
2-La dieta de la sopa
Se basa en un caldo elaborado con tomates, coliflor, repollo, cebollas, ramas de apio, morrones verdes, pimienta y sal. No cuenta con contenido calórico y se permite usar como acompañamiento zumos, leche desnatada o frutas. Es posible adelgazar, pero a cambio se producen una serie de desequilibrios orgánicos. Una de las primeras consecuencias es la aparición de anemia.
3-La dieta Dukan
Hace unos años se puso de moda en medio mundo, pero nunca contó con el visto bueno de la Agencia Francesa para la Seguridad Alimentaria, que decidió expulsar a Pierre Dukan del Colegio de Médicos franceses. Es una dieta hiperproteica que prioriza el consumo de proteínas (carne, pescado, marisco, huevo…) por delante de otros grupos alimentarios como los carbohidratos y las grasas. Está considerada como peligrosa por su facilidad para generar alteraciones somáticas, hormonales, de rendimiento o psicológicas. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición la ha puesto en su lista de dietas no recomendadas. Aun así, sigue siendo uno de los regímenes de adelgazamiento más buscado en las redes.
4- La dieta Keto
La dieta Keto obliga al cuerpo a usar un diferente tipo de energía, en lugar de utilizar el azúcar de los carbohidratos, utiliza cuerpos cetogénicos producidos por el hígado, a partir de la grasa almacenada.
Para que el hígado produzca cuerpos cetogénicos, una persona necesita consumir entre 20 y 50 gramos de carbohidratos durante varios días. Aunque comer mucha proteína puede interrumpir el proceso.
La Universidad de Harvard advierte que no se ha comprobado la efectividad de la dieta cetogénica para bajar de peso, por lo que no se recomienda realizarla por un largo tiempo. Además, señala que puede provocar una deficiencia de nutrientes, como selenio, magnesio, fósforo, así como vitaminas B y C, por no consumir la cantidad suficiente de frutas, verduras y granos.
5-Las dietas con menos de 800 calorías
Es una barbaridad recurrir a este tipo de dietas para perder peso. Lo único que se consigue es poner en peligro a la salud.
6-Dietas de un solo alimento
Nunca recomiendo apostar por aquellas dietas que nos obliguen a comer un solo alimento porque nos privan de alimentarnos de forma equilibrada, deliciosa y saludable.
Es momento de tomar conciencia de una vez por todas y considerar tu cuerpo como un templo al que vas a cuidar y mimar y pasar a elegir alimentos sanos, naturales para introducirlos en el ya que se vana a transformar y van a pasar a formar parte de ti.
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