¿Cenas más tarde de las 21h de la noche y desayunas antes de las 09:00h de la mañana?
Pues tengo que decirte que esto no es lo más saludable ni recomendable para ti.
Hoy en día cada vez apuramos más el tiempo, en la civilización actual el común de la gente se acuesta tarde y se levanta muy temprano. Por eso hemos ido disminuyendo la venta de descanso digestivo entre la cena y el desayuno del siguiente día siguiente.
Lo que te propongo es que se puedas cenar temprano y extender un poco el desayuno; con eso empieza ya el proceso de reposo digestivo, que sería de 12 horas o más. Dar a tu cuerpo un respiro de 12 horas entre las comidas puede tener beneficios sorprendentes para tu salud general.
¿QUÉ ES EL DESCANSO DIGESTIVO?
Descanso digestivo se puede comprender desde dos enfoques. El primero, como sinónimo de ayuno, al ayunar y evitar la ingesta de alimentos durante un tiempo determinado, estamos realizando un descanso digestivo al no aportar comidas a nuestro sistema digestivo.
El segundo, es propiamente el descanso o reposo del sistema digestivo. Es decir, darle la oportunidad al estómago e intestino de por un periodo no asimilar, absorber y desechar elementos. Este enfoque no se trata de restricción calórica, sino de dar tiempo a tu cuerpo para realizar procesos internos esenciales.
El sistema digestivo es uno de los sistemas que más trabaja en nuestro cuerpo. Más hoy día con el patrón de alimentación excesivo al que el mundo está acostumbrado. Por ello, otorgarle un break esporádico es una forma saludable de repotenciar su función.
¿CÓMO CONSIGO UN DESCANSO DIGESTIVO?
Se estima que ayuno es el periodo superior a 12 horas sin ingesta de alimento. Porque es un tiempo, en el cual, empiezan a descender los niveles de glucosa aportados por los alimentos y se empiezan a utilizar y movilizar las reservas celulares.
Cualquier plan que supere las 12 horas cumple como descanso digestivo. Debido a que, durante ese número determinado de horas, la energía que se le está aportando al cuerpo es interna, es generada por el mismo organismo y no necesita de la ayuda de los órganos digestivos. El tiempo necesario para que el tubo digestivo pueda reponer sus células es de 12 horas por la noche, que se deberían dejar entre la última comida del día y la primera del día siguiente. De esta manera estaremos respetando el ciclo circadiano, es decir el reloj biológico de nuestro cuerpo.
En estas horas se facilita tanto la acción enzimática como el recambio celular y el equilibrio bacteriano. Si el sistema no dispone de estas horas, no estará suficientemente reparado para la siguiente ingesta.
El reposo digestivo es fundamental para la salud intestinal y constituye un hábito muy simple pero que no se tiene en cuenta. Como lo dice la palabra, hace referencia a unas horas de descanso para el sistema digestivo.
No debemos confundirlo con el ayuno intermitente, aunque se pueden relacionar; el ayuno no es para todos, generalmente son de más de 12 horas y los objetivos son diferentes.
El reposo digestivo se recomienda para todas las personas y no necesariamente supone eliminar una comida, sino que implica realizar una planificación más adecuada de los horarios de consumo alimentario.
Así, sólo cenar más temprano y desayunar unas horas más tarde nos va a permitir respetar estos ciclos, tener más conciencia de cuándo se tiene apetito real, reposar el aparato digestivo y que de alguna manera se restablezcan las funciones correctas para cada organismo”, apuntó la especialista.
Dar un respiro al aparato digestivo –o ayunar– implica, por supuesto, dejar de comer durante un período de tiempo que puede ir desde las doce horas, algo que es lo recomendable, hasta las dieciséis o dieciocho que suponen el ayuno intermitente o incluso ayunos prolongados de cuatro o cinco días.
Aquí sólo proponemos un descanso o reposo digestivo de 12 horas.
¿QUÉ BENEFICIOS TIENE?
Impacto en el Metabolismo: Cuando uno está sin consumir ningún alimento – ni proteínas, ni glucosa, ni hidratos de carbono, ni grasas- empiezan a disminuir los niveles de insulina, lo cual favorece de alguna manera procesos orgánicos y metabólicos de detoxificación y reparación celular.
Ayunar implica privar a las células de glucosa, su principal alimento y el combustible de nuestro cuerpo. Esta, que sirve para alimentar a las células buenas, también hace lo propio en las deterioradas que pueden deteriorar a la buenas, acelerando el envejecimiento. Sin glucosa, esta célula “mala” es la primera que se queda sin energía y que, por lo tanto, desaparece. Paralelamente, las células sanas, no teniendo alimento que procesar, puede dedicarse a repararse.
Al disminuir los niveles de azúcar se genera a largo plazo mejor sensibilidad a la insulina, la autofagia y regeneración celular, lo cual previene el envejecimiento prematuro. Además de permitir un mejor funcionamiento intestinal, nos conecta más con nuestro hambre-saciedad, reduce el apetito permanente y colabora a una mayor conciencia en la elección alimentaria. Los estudios sugieren que este período puede facilitar la quema de grasas, favoreciendo así la pérdida de peso.
Un Amigo para tu Microbiota: Tu microbiota intestinal, compuesta por billones de microorganismos, también se beneficia del descanso digestivo. Al darle tiempo para equilibrarse, se promueve la diversidad microbiana, lo que se ha relacionado con una mejor salud digestiva y un sistema inmunológico más fuerte.
Tiene mucho sentido practicarlo y maravillosos beneficios como:
- Disminuye la sensación de distensión o hinchazón abdominal.
- Mejora problemas intestinales, como la constipación.
- Reduce el apetito constante, conectando con el hambre real.
- Mejora la salud intestinal, también favorece el sistema de defensas de nuestro organismo.
- Ayuda a regular los ritmos circadianos por lo tanto tiene un impacto positivo a nivel hormonal.
Estos son solo algunos de los beneficios que se pueden experimentar. Conectar con nuestro reloj biológico es la mejor manera de ser consciente de nuestra salud.
Después de esas horas empieza a ponerse de manifiesto la oxidación de los ácidos grasos, a quemar más grasa y podría ser un factor para disminuir el tejido adiposo corporal, además, al facilitar ese reposo digestivo se produce menos inflamación intestinal y se promueve -después de las 16 horas- la expresión de algunos genes relacionados con la longevidad los cuales empiezan a expresarse más correctamente.
Ayunar implica privar a las células de glucosa, su principal alimento y el combustible de nuestro cuerpo. Esta, que sirve para alimentar a las células buenas, también hace lo propio en las deterioradas que pueden deteriorar a la buenas, acelerando el envejecimiento. Sin glucosa, esta célula ‘mala’ es la primera que se queda sin energía y que, por lo tanto, desaparece. Paralelamente, las células sanas, no teniendo alimento que procesar, puede dedicarse a repararse.
Estudios y Evidencia: Investigaciones respaldan la idea de que el descanso digestivo puede reducir el riesgo de enfermedades metabólicas, mejorar la salud cardiovascular y contribuir a la gestión del peso. Ejemplos de estudios científicos que respaldan estas afirmaciones se presentan de manera accesible para el lector.
Integrar el descanso digestivo en la rutina diaria es sencillo. Simplemente, establece un periodo de 12 horas entre tu última comida del día y la primera del día siguiente. Ajusta tus horarios de las comidas de forma gradual y empieza a tomar consciencia de los alimentos consumidos durante el periodo de ingestión.
Entiendo que puede haber desafíos al principio, como la preocupación por la posible sensación de hambre durante la noche. Sin embargo, experimentar con estrategias como el ajuste de horarios de comidas y la elección de tentempiés saludables puede hacer que este cambio sea más fácil de incorporar.
El descanso digestivo de 12 horas es una herramienta fácil de incorporar para mejorar la salud. Al dar a tu cuerpo el tiempo necesario para recuperarse, puedes experimentar beneficios notables en tu bienestar general. Un pequeño cambio en tus hábitos alimenticios puede marcar una gran diferencia en tu calidad de vida.
Para que aprendas a cuidarte teniendo con alimentos saludables te ofrezco mi Programa de coaching nutricional COCINAMOS CONTIGO-de invierno con el que aprenderás a elaborar tu plan de alimentación sano y equilibrado para llevar y mantener un estilo de vida saludable.
Se trata de un enfoque personalizado para conseguir tu peso ideal, mejorar tus hábitos alimenticios y alcanzar tus objetivos de salud. Aprenderás nuevas rutinas nutricionales sanas y duraderas de forma gradual.
Como coach nutricional te brindaré orientación, apoyo y educación sobre la alimentación adecuada y cómo esta puede influir en tu sistema inmunológico acompañándote en el proceso.
¿Hablamos?
Apúntate a la Sesión de Coaching Nutricional Gratuita de diagnóstico para resolverte cualquier duda, me cuentes lo que te preocupa sobre tu alimentación actual y veamos cómo te puedo ayudar.
Puedes reservar tu sesión gratuita ya mismo en: https://ecomimarse.es/reserva-sesion/
Te invito a cuidarte y mejorar tu vida diaria alimentándote de forma saludable adquiriendo hábitos nutricionales duraderos y cuidándote día a día.
¡Que tengas un feliz día y te ecomimes mucho!